lunes, 7 de diciembre de 2009

INMACULADA CONCEPCIÓN


Como sabéis Inmaculada Concepción es una de las celebraciones más importantes de la Virgen.

Por eso nos hemos estado preparando con una novena. Y ya ha llegado el día grande.

En 1854 el Papa Pio IX quiso definir como dogma de fe que la Virgen fue concebida sin pecado original.

NACIÓ SIN PECADO GRACIAS A JESÚS

En previsión de los méritos que iba a alcanzar su Hijo, Jesús, Ella se vio libre del pecado.

En el libro del Génesis, que hemos leído en la Primera lectura (3, 9-15.20), vemos como Dios anuncia ya algo de este privilegio.

El Señor le dice a la serpiente:

pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú intentes herirla en el talón.

Por eso a la Virgen Inmaculada se la suele representar con la serpiente a sus pies.

Porque María no tuvo parte con el demonio, y gracias a su humildad pisó la cabeza del soberbio satanás.

Gracias a su humildad venció.

Por eso el título con se llama a sí misma es Esclava del Señor, y precisamente por eso Dios la llenó de gracias.

EL TRIUNFO DE LA INMACULADA

Muchos cristianos durante siglos ya creían en este privilegio de la Virgen.

Granada es junto con Sevilla una de las ciudades del mundo donde más existía esta creencia antes de que la Iglesia lo definiera como verdad de fe.

Aquí en Granada está el templo más antiguo dedicado a la Inmaculada Concepción.

Muchos granadinos hicieron voto de sangre por defender este privilegio de María.

Se comprometían a llegar a sufrir derramamiento de su propia sangre, si esto hiciese falta, para que María fuese considerada la Purísima.

Defendiendo que a Ella no le había rozado el Pecado original.

Esta promesa la hacían –entre otros– los antiguos alumnos de la Abadía del Sacromonte. Que tienen como lema en su escudo: A María no tocó el pecado primero

Y a dos pasos de aquí hay un monumento que simboliza precisamente esta fiesta: es el triunfo, el triunfo de la Inmaculada.

Antes de que fuera definido por la Iglesia los granadinos y sevillanos, pensaban así.

Por eso en la capital de Andalucía se armó mucho revuelo porque un fraile llamado Molina, dijo desde el púlpito de la iglesia de Regina que María no Inmaculada.

Y en Sevilla se inventaron una copla que decía:

Aunque no quiera Molina
ni los frailes de Regina,
ni su padre provincial
María fue concebida
sin pecado original.

Pues a partir de lo que definiera el papa Pio Nono ya lo tenemos que creer todos los cristianos.

PIONONOS

Y en Granada la declaración del dogma de la Inmaculada se vivió con tanta alegría, que un pastelero de Santa Fe, se inventó un dulce que se ha hecho famoso.

Los piononos se hicieron en agradecimiento al Papa que había declarado esta verdad de fe.

Hoy es un día de para todos los cristianos. Porque María es nuestra Madre y nosotros queremos hacerle algún regalo como le hicieron nuestros antepasados.

Pienso que lo que más le puede gustar a nuestra Madre, la Mujer humilde que pisó la cabeza del Maligno es que nos confesemos semanalmente.

Que vayamos al sacramento de la Penitencia para que el Señor nos aparte del mal.

Y otra cosa que le puede gustar es que todas las noches le recemos las tres avemarías, pidiendo nuestra pureza de alma y de cuerpo.

Así nos pareceremos cada vez más a la Inmaculada, Madre de Dios y madre nuestra.


NOVENA INMACULADA 8: BIENAVENTURADOS LOS PERSEGUIDOS A CAUSA DE LA JUSTICIA, PORQUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS


Bienaventurados los perseguidos a causa de su fe en Jesucristo, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

La tendencia del hombre es hacer egoístamente su propia voluntad. Ser un pequeño dios.

Por eso, nuestra fe en Jesucristo, se contrapone a la tendencia dominante, que es confiar sólo en uno mismo.

La tendencia es buscar sólo nuestro interés y no la entrega.

Siempre habrá persecución a causa de nuestra fe: en todos los momentos de la historia ha ocurrido.
Algunos no entienden que seamos generosos con nuestra vida, e incluso hay a quienes les molesta que seamos así.

A los cristianos perseguidos de todos los tiempos se les dirigen estas palabras de consuelo.

Pero también en esta Bienaventuranza, Jesús, nos habla de Él mismo.

Jesús crucificado es el justo perseguido del que hablan las profecías del Antiguo Testamento.

Esta Bienaventuranza es una invitación a seguir a Jesús en la Cruz.

Lo novedoso es que Jesús mismo explica el significado de esta Bienaventuranza.

Y nos dice que promete la alegría a los que sufren por Él:

Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa (Mt 5,11).

Cuando una persona se porta mal la gente le aplaude. No hay ningún problema. Todo parece que le sale bien,

El problema es cuando uno quiere seguir a Jesús. Entonces casi todo el mundo se le echa encima.

San Josemaría tenía grabado en la parte de atrás de su crucifijo: ahora veo de qué manera tratas a tus amigos.

El Señor permite que sus amigos suframos persecución junto con Él.

Por eso hay personas que cuando intentan seguir al Señor, les va mal, porque hay gente que se pone en su contra

Pero no hay que desconcertarse por que ocurra esto: está previsto

En cambio, a los que no siguen a Jesús puede que se les alabe y se les aplauda, y están bien consideradas.

Pero aunque los cristianos sean masacrados, humillados, perseguidos, crucificados como lo fue Jesús, sin embargo su Reino seguirá.

SU REINO SEGUIRÁ

La iluminación de las calles, los belenes, los regalos, el turrón, el pavo, y los árboles de Navidad nos recuerdan que Jesús permanece.

Hay personas que no les gusta la Navidad: se sienten tristes, precisamente por eso, porque algunos de las personas que ellos quieren, ya no están en este mundo.

Pero aunque nosotros pasemos la Navidad nos recuerda que el Reino de Jesús estará siempre ahí.

Siempre habrá gente –aunque queden pocos– que sean súbditos de este Rey muerto y resucitado.

En algunos países que antes fueron adoctrinados en el ateísmo, como Rusia o Rumanía, hoy el cristianismo está de moda.

En otros, que fueron llamados católicos, en la actualidad, seguir a Jesucristo no está de moda.

Los que son amigos de Dios son etiquetados como «carcas».

Y por la calle, a los curas, que visten de curas, suelen llamarles «cuervos».

Tanto es así que un sacerdote francés se ha extrañó de la falta de educación en algunas ciudades españolas. No importa.

Cuando no está de moda ser católicos. Cuando ser amigo del Señor no está bien visto por la mayoría aquí estamos nosotros para hacer como los primeros cristianos.

COMO LOS PRIMEROS CRISTIANOS

En Roma, durante la época Nerón, un niño cristiano estudiaba en la escuela de pajes.

Y sus compañeros para reírse de él habían hecho una pintada en la que se veía a un crucificado con cara de asno, y junto a él un niño rezando.

Y como lema había escrito el nombre del chico: Anaximeno adora a su Dios.

Pero el muchacho cristiano no se cortó un pelo porque añadió: Anaximeno, fiel.

Esto es lo que tenemos que hacer no desanimarnos sino seguir hablando de Dios. Alguien nos escuchará.

También los fanáticos pueden convertirse: puede ocurrir como en el caso de Pablo

Pero la gente no cambia, cuando nosotros queremos sino cuando le toca la gracia de Dios.

No desanimarnos, porque se metan con nosotros, porque tenemos la suerte de llevar el mensaje del Señor.

Y aunque nos llamen cuervos, habría que decir: –soy un cuervo, pero un cuervo mensajero.

Felices los perseguidos a causa de su fe en Jesucristo, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

BIENAVENTURADA MARÍA

La Virgen fue la madre del condenado. Mucha gente la miraría mal.

Pensarían que le habría dado una mal educación: de tal palo tal astilla.

Muchos se meterían con ella al enterarse que era la madre del ajusticiado.

Y, precisamente por eso ahora es la Reina del Cielo.

Hay un villancico italiano en el que se canta: ¡Oh quanto ti costo l’averme amato!

Eso le decimos nosotros ahora a Jesús: ¡Cuánto te costó el haberme querido!

Pero también se lo decimos a Ella: ¡Cuánto te costó haberme amado!

En la Cruz los dos corazones estaban unidos. Si Él era el justo perseguido, su Madre también.

San Josemaría se refiere a la mirada de María que se cruza con la mirada sufriente de Jesús.

Y dice: ¡Cuántos recuerdos de infancia!

Un cardenal español le decía a Juan Pablo II que él se emocionaba cuando veía en la película The Passion que Jesús se cae con la cruz.

Y en ese momento, en película, se ve una imagen de Jesús niño.

Es una escena retrospectiva, un flash back, en la que se ve que Jesús niño se cae.

Y la Virgen va materialmente corriendo a levantar a su Hijo.

Pues San Josemaría al considerar el encuentro de Jesús con su Madre mientras Jesús llevaba la cruz, dice:

Ha esperado Jesús este encuentro con su Madre. ¡Cuántos recuerdos de infancia!: Belén, el lejano Egipto, la aldea de Nazaret. Ahora, también la quiere junto a sí, en el Calvario.

TAMBIEN MARÍA ES NUESTRA MADRE

¡La necesitamos!... En la oscuridad de la noche, cuando un niño pequeño tiene miedo, grita: ¡mamá!

Así tengo que clamar muchas veces con el corazón: ¡Madre!, ¡mamá!, no me dejes.

Esto es lo que pusimos en la estampa de la novena a la Inmaculada de este año. Y así terminamos: No me dejes, Madre mía.





viernes, 4 de diciembre de 2009

NOVENA INMACULADA 7: BIENAVENTURADOS LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ, PORQUE ELLOS SE LLAMARÁN LOS HIJOS DE DIOS


«Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,9).

El Adviento es el tiempo de preparación para la llegada del Señor, que vendrá como Rey de la Paz.

REY DE LA PAZ

Su capital es Jerusalén que, como sabéis significa, la ciudad de la Paz.

Por eso, no es extraño que los ángeles, en el primer villancico, la primera nana que le cantaron a Jesús recién nacido la Noche de Navidad, digan: En la tierra, paz a los hombres de buena voluntad.

Como diciendo: así como en el Cielo se le da Gloria a Dios, en la tierra acaba de llegar la paz para los hombres.

BIENAVENTURADOS LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ

El personaje del Adviento es Juan el Bautista, porque se dedicó a preparar la llegada del Reino de Dios, como hemos leído en el Evangelio (ref. Lc 3,1-6).

También nosotros tenemos que prepararle el camino al Señor. Y eso es lo que estamos haciendo en este tiempo.

El Aleluya de la Misa dice: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos (Lc 3, 4.6).

Y San Pablo, a los que le han ayudado, les dice: Habéis sido colaboradores míos en la hora del Evangelio (Flp 1,5-6.8-11: Segunda Lectura de la Misa).

FELICES LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ

El salmo nos habla de la felicidad que da trabajar por Dios:

Los que al trabajar por Dios sembraban con lágrimas, cosechan, recogen el fruto entre canciones (cfr. Sal 125: responsorial).

Por eso, también dice San Pablo, al recordar a los que habían trabajado con él:

–Siempre que rezo por todos vosotros lo hago con alegría.

ALEGRÍA INTERIOR Y ALEGRÍA EXTERIOR

Tiene que haber paz en nuestro interior.

La paz que hay fuera es consecuencia de la paz que hay dentro.

Nuestras peleas son consecuencia del pecado.

Cuando uno está peleado con Dios pierde la paz consigo y con los demás.

Hay una obra literaria ambientada en Granada, que se titula EL PEINADOR DE LA REINA.

Uno de los personajes, Rafa, es un chico que estudia en el Colegio Mayor Cesar Carlos. Siempre ha tenido buen corazón.

Lo que pasa es que a veces no domina su mal genio. Y como es hijo único, nunca ha tenido que adaptarse a otras personas.

Durante una cena en el comedor del Colegio Mayor, se levantó de la mesa para coger otro primer plato.

Y aprovechando esa situación uno de los veteranos le echó vinagre y sal en la coca-cola.
Cuando volvió y probó la bebida se enfadó, tiró el vaso al mantel, y se fue del comedor.

Al día siguiente lo llamó uno de los subdirectores del Colegio.

En esa conversación Rafa se disculpó. Venía a decir que él, normalmente, no es así.

–Mira –le dijo el subdirector– te ha salido la bestia…

La violencia no es una cosa que salga solamente en la segunda parte de los telediarios. Esto nos puede pasar a todos.

Yo me quedaría con esta idea: el mal no es algo externo a nosotros, sino que está en nuestro corazón.

BIENAVENTURADOS LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ

Lo primero que a uno se le puede ocurrir al pensar en esta bienaventuranza es que Trabajar por la paz es apuntarse en una ONG.

Y no, primero, es trabajar en la propia conversión.

Y, a la vez, ayudar a la conversión de los demás. Como hicieron Juan el Bautista y san Pablo.

Ser como Jesús, que la razón de ser de su vida era la salvación de los demás.

Todo el que quiera ser hijo de Dios, como Jesús, tiene que trabajar por la conversión suya y la salvación de los hombres.

Así nos llegaremos a parecer al Señor.

Por eso dice el Papa que: La séptima Bienaventuranza, invita a ser y a realizar lo que el Hijo hace, para así llegar a ser «hijos de Dios».
EL ESPÍA DOBLE

Pero la tentación que podemos tener es luchar en dos bandos, en el de Dios y, a veces, en el del Enemigo.

Por eso, nuestra situación puede ser como la del espía doble, que intenta beneficiarse de los dos ejércitos.

Esta manera de actuar muchas veces se hace de forma oculta, como todo espionaje.

Pero con esa actitud, con el doble juego, se hace que muchas personas pierdan la fe, porque le facilita las cosas a nuestro Enemigo.

Para tener contento a Dios, se compagina ir a misa y rezar por las noches, con una vida frívola, haciéndole el juego al Diablo.

Y lo mismo que un santo transforma las vidas de los que están alrededor, justamente por su santidad, el tibio, aunque tenga fe, facilita que Satanás acabe con la fe de los demás.

El santo con su santidad convierte. El tibio con su tibieza hace que los que están flojos mueran.

Lo mismo que un párroco santo convierte, uno fervoroso hace que los demás practiquen, uno cumplidor consigue que algunos practiquen y otros no. Y un párroco tibio destroza la fe de sus fieles.

Una persona así va bajando el nivel a su alrededor y no ayuda.

Se podría de decir: Malanventurados los que trabajan con el Enemigo, porque conseguirán no ser hijos de Dios.

FELICES, EN CAMBIO, LOS QUE TRABAJAN POR DIOS

La protagonista de la historia que te contaba antes es una chica universitaria del Puerto de Santa María, que se llama Beatriz, y que vino a Granada para estudiar Farmacia.

Sus padres se empeñaron en que viviese en una Residencia universitaria.

La directora de la Residencia Juan Pablo II es una chica casada que se llamaba Rosa.

Un día, Beatriz fue a hablar con ella:

–Rosa, te quiero hacer una pregunta.

–Tú dirás…

–Mira, he conocido a un chico que no es creyente. Y aunque no está bautizado es muy buena persona…

–La verdad es que eso es un milagro, le respondió Rosa. Porque si a los cristianos nos cuesta trabajo ser buena persona…, que será de los que no reciban los sacramentos.

–Pues eso es lo que yo digo, qué es lo que puedo recomendarle.

–Pienso que la meta es que se confiese, porque casi seguro que no lo habrá hecho desde su Primera Comunión…

Quizá este también puede ser un buen propósito para nosotros: ayudar a los demás, no solo confesando nosotros sino hacer que otros muchos se confiesen.

LA VIRGEN NO TUVO PECADO

La Virgen no tenía ningún pecado. Era Inmaculada. Siempre estaba en paz con Dios.

A María no le tocó el pecado primero, dice el lema del Sacromonte.

Ella también trabajó en la salvación de todos nosotros.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los hijos de Dios.

Ella también fue su Madre.

NOVENA INMACULADA 6: BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZÓN PORQUE ELLOS VERÁN A DIOS


El hombre está compuesto de inteligencia, voluntad y sentimientos.

Un alumno de los últimos cursos de arquitectura me contaba el otro día:

–Se me ha ocurrido hacer un proyecto con tres edificios.

El primero es un edificio inteligente. El segundo yo le llamo el de la voluntad.

Y el tercero es el edificio del sentimiento.

Por lo visto al profesor de proyectos le ha gustado mucho la idea.

Efectivamente, el ser humano está compuesto de inteligencia, voluntad y sentimientos.
Lo que le falta al proyecto de este chico, y se lo voy a decir, es un edificio central.

Quizá pequeño de tamaño, pero importantísimo porque debe coordinar a los otros tres.

Ese edificio sería el corazón de todo el complejo.

CORAZÓN

Así somos también nosotros. El corazón es el centro de nuestras decisiones.

El corazón del hombre es muy importante porque es de donde surge el amor.

Coordina nuestra voluntad, nuestros sentimientos y nuestra inteligencia.

Gracias a una fuerza que une a las tres, el es el amor.

Porque el amor no nace ni de los sentimientos, ni de la inteligencia ni de la voluntad, sino que nace del corazón.

Los que nos hemos entregado a Dios, no lo hemos hecho porque nos hayan convencido con un razonamiento, como si la entrega fuera un problema matemático.

La sola inteligencia no basta. Yo me he entregado a Dios porque Él me llamó.

Tampoco fue un acto ciego de la voluntad, porque quise y ya está. Fue en cambio porque lo notaba mi corazón.

Y desde luego yo no me entregué a Dios porque lo sentía. A veces se siente y a veces no.

El amor es mucho más que un sentimiento.

MUCHO MÁS QUE UN SENTIMIENTO

Y hay gente que confunde amor con sentimiento, amor con afecto.

Hay un libro de Tolstoi que se titula La novela del matrimonio.

En ella cuenta como una chica de 18 años se enamora de un hombre de 35. Explica muy bien el momento del flechazo.

Él está en el jardín de la casa, cuando se da cuenta de que alguien le está mirando. Es una intuición. Y descubre que es ella.

El noviazgo es corto. Se casan. Todo va sobre ruedas.

Son tan felices que les da miedo que aquello no vaya a durar toda la vida.

Y, después, de tan solo dos meses, entran en crisis. Se pasó el glamour.

Llegó el invierno con sus tormentas y sus fríos. Ella experimenta un cambio interior. Se da cuenta de que la cosa ya no funciona como antes.

Y él cada vez se mete más en su trabajo. No se encuentra a gusto en casa.

En un momento de la narración, ella recuerda:

A pesar de que Serguei estaba conmigo, empecé a sentirme sola, a darme cuenta de que la vida era una repetición y que no había entre nosotros nada nuevo.

Serguei empezó a ocuparse de sus asuntos, dejándome sola más tiempo que antes (…). Su continua tranquilidad me irritaba (…).

Un sentimiento nuevo, inquietante, empezaba a introducirse en mi alma (…).

A veces me invadían ráfagas de tristeza (…) otras arrebatos de ternura y alegría…que a él le asustaban.

Y así sucede muchas veces. Porque el enamoramiento es una cosa buena. Pero el amor no consiste en el sentimiento.

La historia que os he contado acaba bien. Por un hecho que le ocurre, ella madura y se da cuenta de que, para ser feliz, no solo cuentan algunos afectos pasajeros.

PARA SER FELIZ

Para conocer la verdad y ser feliz, necesitamos que el corazón funcione.

Y no debemos confundir el corazón con los sentimientos.

Y para ver a Dios necesito tenerlo limpio.

Y ¿cómo se tiene limpio el corazón? Hay un camino para purificarlo, que es del que nos habla el Papa.

Lo primero que uno tiene que hacer en este camino, es desear buscar el rostro de Dios.
Como sabes Benedicto XVI ha escrito un libro, que trata sobre el Señor, y que se titula Jesús de Nazaret.

Pues en la contraportada de ese libro, como resumen de lo que hemos de hacer para seguir a Jesús, dice el Papa:

De ti ha dicho mi corazón: “Busca su rostro”(Salmo 27, 8-9).

Este es el camino para la felicidad: purificar nuestro corazón para que nos lleve a Dios.

Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios.

Se pueden seguir otros caminos. También hay un autor ruso que cuenta la historia de una mujer.

OTRA MUJER

El libro cuenta el proceso de cómo se enfría el corazón de una mujer casada. Y la historia acaba mal.

Como en muchos escritores rusos, la trama se desarrolla lentamente, casi a tiempo real, tanto los hechos como los pensamientos de los protagonistas.

La historia principal es la de una mujer guapa, casada y con un hijo. En su camino se cruza un joven conde, militar, que además compite en las carreras de caballos.

El verdadero problema no es la aparición de este conde rompe corazones. Lo que le lleva a cargarse su vida es el distanciamiento cada vez mayor de su marido.

Empieza llenando egoístamente su corazón con el único hijo que tiene y a su marido no le hace ni caso.

Lo único que piensa de él son cosas negativas, le da vueltas a sus defectos, sus manías…

Su vida matrimonial se le va haciendo cada vez más incómoda e insoportable.

La vida de esta mujer se convierte en un puro descontento. Vive una rutina incómoda en su propia casa.

Aunque físicamente está junto a su marido, la afinidad es nula. El amor entre los dos se ha fosilizado.

Todo lo que hacen en un día normal lo hacen por pura rutina, como por inercia.

Es lo que hay, que le vamos a hacer. Ninguna ilusión.

Aquello se ve que no puede durar mucho, y todo salta por los aires cuando aparece el conde. Entonces la separación se hace física.

El libro va contando la degradación que con el pasar de las páginas, va sufriendo esta mujer y el mundo que le rodea.

Como os acordáis, la primera historia acabó bien. Esta, la de Ana Karerina, se convierte en tragedia porque su corazón no estaba limpio y se dejó llevar por los sentimientos.

LA TERCERA MUJER

El Evangelio nos cuenta la historia de María. No es un personaje de una novela.

Su vida es la de una mujer que en su adolescencia se entrega a Dios.

Y después de pasar por muchas dificultades, llega a la felicidad como nadie la pudo tener en esta tierra.

Ella, por su generosidad, veía a Dios todos los días, jugaba con él.

El Señor la acariciaba mientras Ella le daba de comer.

Jesús la miraba con la ternura que un niño mira a su madre.

Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios.

martes, 1 de diciembre de 2009

NOVENA INMACULADA 5: BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS PORQUE ELLOS ALCANZARÁN MISERICORDIA


(Se leerá en el Evangelio La parábola del buen samaritano: Lc 10, 25-37).

Un teólogo de los tiempos de Jesús le pregunta:

–¿Quién es mi prójimo?, como diciendo ¿qué obligaciones tengo yo con los demás?

¿Con quiénes tengo yo obligación de portarme bien?

Para los judíos, su prójimo, eran los demás judíos. Y el teólogo quería saber qué obligaciones tenía con respecto a ellos.

Si le hubiera preguntado: –¿los samaritanos son mi prójimo?
La respuesta razonable hubiera sido que no, que no tenía obligaciones con alguien que no era judío.

¿Quién piensas que es tu prójimo? ¿A quién tienes obligación de tratar bien?

–A mi padre, a mi madre, a mis hermanos. En general a mi familia.

Bueno, también a las compañeras de clase, a las amigas… e incluso a los inmigrantes.

Pero los teólogos de entonces ni siquiera se planteaban si los samaritanos eran o no su prójimo.

Habían dejado de pertenecer al pueblo elegido. Se habían separado de ellos.

No eran su prójimo porque no tenían su religión y no pensaban como ellos. Incluso eran sus enemigos.

JESÚS RESPONDE CON UNA PARÁBOLA

A esta pregunta ¿quién es mi prójimo?, Jesús responde con una parábola que le rompe el saque al teólogo judío.

Lo que explica la parábola es que su enemigo tradicional, el samaritano, se porta mejor con los judíos que los mismos judíos, representados por el sacerdote y el levita.

Lo que cuenta el Señor es que un samaritano, un enemigo, acaba haciéndole bien a un judío, al que no hacen ni caso otros judíos.

Piensa hora en tus enemigos.

A los que tu criticas, evitas el trato, y, a veces haces daño y tratas mal…

Pues ese, dice Jesús, puede ser que en tu vida será el único que te haga más bien

Y, ¿qué dirías tú si, pasado el tiempo, a esa persona a la que tu no quieres, se portara contigo mejor que tus propios hermanos?

–Pues te desconcertarías: pensarías que es un fuera de serie, que es un máquina.

Por eso, Jesús termina diciéndole al que le preguntó:

–Haz tú lo mismo que el samaritano de la parábola.

EL BUEN SAMARITANO

En realidad el buen samaritano es Jesús.

Precisamente, Dios, al que tanto ofendemos, no sólo nos perdona, sino que es capaz de morir por nosotros, en nuestro lugar.

Al que a veces criticas porque no piensa lo mismo que tú. Al que evitas el trato, y, a veces, haces daño y tratas mal…
Nosotros tenemos que hacer como hizo Dios.

Por eso Jesús nos dice: –Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso.

Una vez, hablando con una persona me decía:

–Parece que Dios es un egoísta, porque siempre quiere que se haga su voluntad.

DIOS PARECE EGOISTA

Incluso nos dice que pidamos eso: –Hágase tu voluntad. Esto ya es el colmo, me decía.

Pero es que, además, en vez de morir Dios Padre, manda a su Hijo para que muera por Él.

–Dios parece egoísta.

Por eso lo curioso, lo paradójico, es que Jesús dijera: –Sed misericordiosos como mi Padre.

– ¿Qué pasa, que Jesús está ciego? ¿No se da cuenta de que Dios Padre quiere que Él muera en su lugar?

Tanto es el sufrimiento de Jesús, que suda sangre por hacer la voluntad de su Padre del cielo.

ESTO HOY NO SE ENTIENDE

Hace unos años, algunos lo recordaréis, murió asesinada, en Granada, una chica que se llamaba Beatriz.

Durante semanas fue la portada del Ideal.

Incluso llegaron a implicar hasta a su novio, que luego se demostró que era inocente.

Conozco a su padre.

Ya os podéis imaginar lo que supuso encontrar el cadáver de su hija en el pantano de Cubillas: después de haberla buscado durante días.

Y además fue muy duro descubrir que el motivo del asesinato era robarle el móvil.

Y decía el padre de Beatriz: –Ahora entiendo yo lo que le costó a Dios la muerte de su Hijo.

Por eso Jesús nos dice: –Sed misericordiosos como mi Padre.

Porque su Padre hubiera preferido morir en su lugar. Le costó mucho la muerte de su Hijo.

NUESTRO PRIMER PRÓJIMO

Jesús es el Buen samaritano, porque, por orgullo, nos enemistamos con Él. Y, precisamente es Él, el único que nos ayuda.

Se da la casualidad de que, a veces, los que más tendrían obligación de ayudarnos, pasan de nosotros.

En cambio, Dios, que tendría que sentirse ofendido es capaz de morir por cada uno.

Jesús al decir Bienaventurados los misericordiosos, nos está diciendo lo que Él ha hecho.

Y quiere que nosotros hagamos lo mismo, porque somos sus discípulos.

HAZ TÚ LO MISMO

Nos dice: Sed misericordiosos

Y ¿qué significa esto en tu caso?

Pregúntate: – ¿Tú vida es para ti o para los demás?

Como hemos visto, Dios es amor, es entrega. No es el egoísmo infinito, sino la entrega infinita.

– ¿Serías capaz de entregar tu vida por los demás, o… tu vida es para ti?

¿Tú piensas como el teólogo que le preguntó a Jesús: qué obligaciones tengo yo con los demás?

No olvidemos que nuestro primer prójimo es Dios.

Dios necesita de nosotros para que le ayudemos a hacer bien a los demás.

Puedes pensar: –Llevo mucho tiempo dándole vueltas a lo que Dios me pide. Pero me cuesta entenderlo, no lo veo.

Pues mira lo que decía san Agustín:

– ¡Tanto tiempo gastado pensando en entender, cuando lo que tenía que hacer era amar!

–Y… ¿qué es amar?

–Pues ser como es Dios. El Padre que entrega todo al Hijo, y no se queda con nada.

…y el Hijo que todo se lo entrega a su Padre, y no se queda con nada.

Dios es Amor, no para de decir el Papa. Pero… Amor en la verdad.

El amor no es un sentimiento eléctrico, que hoy se tiene y mañana no.

No consiste en pedir para mí, sino en dar para el otro.

El samaritano tuvo misericordia y por eso se entregó al judío.

Dios es Amor y por eso se entregó a los hombres.

A nosotros nos pide que también por Amor, nos entreguemos a Él y a los demás.

Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia.

ASÍ ERA LA VIRGEN

No olvidemos que estamos viendo su vida interior. Así era Ella.

Esto es lo que hizo María, porque es la que mejor siguió las enseñanzas de Jesús.

Quería a Jesús más que a Ella misma.

Hubiera preferido morir en la cruz en lugar de Él. Llevar su cruz.

Su Pasión fue que, en lugar de a Ella, mataron a su Hijo.

La Virgen refleja cómo es el corazón de Dios.

La Virgen fue feliz por ser misericordiosa. Ella cargó con los sufrimientos de los hombres y los de Dios.

–Gracias, Madre por tu entrega

NOVENA INMACULADA 4: BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA PORQUE ELLOS QUEDARÁN SACIADOS


Todas las Bienaventuranzas parten de la humildad para llegar a Jesús.

Cuando somos humildes llegamos hasta el Señor, porque nos hacemos como Él. Esa es la enseñanza.

DICHOSOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA PORQUE ELLOS SERÁN SACIADOS (Mt 5, 6).

La mirada de Jesús se dirige a María, y también a nosotros, sus discípulos, a los que tenemos que buscar la justicia, la santidad.

El Señor se dirige a los que no quieren ser mediocres, a los que no quieren una vida cómoda, apagando, con su pereza, las inquietudes de su corazón.

El Evangelio nos habla de unos Magos de Oriente.

Como tenían sangre limpia sintieron una luz interior que les llevó a emprender un camino que terminó en Jesús.

Y la estrella que Dios les envió, les mostró ese camino.

Porque Dios a los que tienen interés les envía señales.

EL SEÑOR LES MANDO UNA ESTRELLA

Hemos visto salir su estrella, decían los Magos.

También algunos podemos decir lo mismo: hemos visto cómo la estrella de Dios nacía en nuestro corazón.
Y nos acordamos ahora de esos momentos en los que vimos brillar la llamada.

Nos dimos cuenta de que no eran casualidades lo que nos estaba sucediendo;

Y como siempre, el Señor nos exigió fe para lanzarnos y ponernos en camino.

Notamos aquella llamada de Jesús –venid–y dejamos todas las cosas para seguirle: como hicieron los Magos.

Como han hecho todos los santos: para seguir al Señor hay que tener cintura, cambiar los esquemas, no aferrarse a lo que ya hacemos.

Como en el caso de los Reyes Magos, el Señor nos pide cosas curiosas;

Cada etapa de nuestra vida tiene su cierta originalidad:

Lo de seguir una estrella tiene mucho de poético pero, en realidad, no deja de ser pintoresco.

Hemos de dejar a Dios que juegue con nosotros, que nos haga descubrir su Voluntad de la forma que Él quiere:

En este caso fue poco racional, si lo miramos humanamente hablando;

Si quería que unos reyes le adoraran, podía haberlos avisado a través de un ángel, y la cosa hubiera sido menos problemática.

Dichosos los que tienen hambre y sed de santidad porque ellos serán saciados

Se trata de ser personas con sensibilidad interior para ver las luces que Dios nos envía.

–¿Estarías dispuesto a seguir el camino que Dios te indicase?

–No…

–Entonces nunca podrás ver, porque no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Santos ha habido muchos en la historia de la humanidad.

Pero la receta de la santidad es siempre la misma: un santo es uno que tiene hambre de Dios.

Ese hambre es dichosa, porque les lleva a Dios, a la felicidad. De esas personas habla esta Bienaventuranza.

Hay una enfermedad que, como sabéis, lleva a no comer. Es la anorexia.

ANOREXIA

Aunque una pese 30 kilos, siempre se ve gorda. Es una pena.

Primero porque no es verdad que esté gorda. Y, luego, porque puede morirse por falta de alimento.

En la vida espiritual, por desgracia, es una enfermedad muy corriente.

Hay personas que no tienen hambre de Dios, y creen que ya hacen bastante, se ven gordas.

Con tres Avemaría que recen por la noche, haciendo la visita a medio día con unos minutos de oración…

y yendo a misa un día entre semana, ya piensan que están alimentadas, que han hecho bastante.

Es como si una se tomara tres caramelos antes de acostarse, un Yogurt a medio día, y dos comidas calientes en toda la semana.

Sería como para llevarla a la UVI espiritual: en cualquier momento puede ofender al Señor.

No tienen hambre de Dios. Morirán espiritualmente si siguen así.

Tendrán siempre una debilidad grande que le impedirá oír la voz del Señor.

Dios nos pide mantener nuestro espíritu fuerte para poder escucharle.

El Señor, quiere hacernos ver la verdad en nuestra vida.

Si tienes hambre de hacer la voluntad de Dios, el Señor te da luces. Si no, no.

LA RECETA DE LA VIDA CRISTIANA

Algunas personas me han pedido una receta para tener hambre de Dios.

Y aunque no soy un Pablo Amate la voy a leer para que te la prepare la Virgen.


Receta de la vida cristiana

Antes límpiese bien el recipiente
Con una buena confesión;

lo de menos es la calidad del cacharro,
no se preocupe si no es de porcelana china,

porque a veces resulta más resistente el barro.


Ingredientes para una persona:

1 kilo de oración.

200 gramos de sinceridad, aunque en esto
no importa pasarse.

Un chorrito de obediencia,
para que no se pegue la pasta.

Medio litro de mortificación,
que es lo que le da el sabor.

Previamente se le ha añadido
la levadura apostólica,
para hacer fermentar la masa.

A todo se le espolvorea con alegría,
mucha alegría,
y se pone la guinda de las cosas pequeñas.

Se le mete al baño María,
que es nuestra Madre,

y se le dora al fuego del Amor de Dios.



Bienaventurados los que tienen hambre de Dios: ¡Buen provecho!




FORO DE MEDITACIONES

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